Enfermedad de Parkinson: ¿cómo puede ayudar el CBD?

La enfermedad de Parkinson se asocia comúnmente con la vejez. Por desgracia, hay casos de personas de cuarenta años que luchan contra ella. Supone una enorme carga para la psique y limita la vida en muchos aspectos. No existe prevención y el tratamiento es más bien una solución de emergencia para aliviar la rápida progresión. Puede el CBD cambiar estos pronósticos?

Hay que decir de entrada que ninguna investigación ha confirmado aún el efecto del CBD en el tratamiento de los síntomas iniciales o de la enfermedad en sí. Pero multitud de estudios hablan de un gran potencial y mencionan cada vez más que reducir los síntomas iniciales que el cannabidiol puede aliviar es la clave para un diagnóstico precoz, retrasar la enfermedad de Parkinson y tratarla con más éxito. La Fundación Parkinson se ha posicionado del mismo lado. Pero también ha recordado que el uso de aceites de CBD de espectro completo que contienen THC (por debajo del límite de detección) puede tener efectos secundarios, aunque sean menores. A pesar de que en su día puso sus esperanzas en el cannabidiol y cuestionó la seguridad del extracto de espectro completo, este es un gran paso adelante.

CBD, Epidiolex y ensayos en humanos

Hasta ahora, la investigación se ha realizado únicamente en animales. Esto es comprensiblemente insuficiente para aprobar el CBD para humanos en el contexto del tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Se han realizado varios estudios con pacientes, pero no han producido un gran avance. Sólo merece la pena mencionar la investigación sobre el uso de Epidiolex.

Se trata de CBD altamente purificado en forma líquida a partir de aislado, aceite de sésamo, alcohol deshidratado, sabor a fresa y sucralosa. Desde 2018, está disponible en Estados Unidos y recientemente ha sido aprobado para los mercados de la UE. Sin embargo, aún no está disponible en la República Checa

Diecisiete pacientes con enfermedad de Parkinson recibieron el fármaco. Tres se retiraron debido a efectos secundarios negativos, mientras que los demás mostraron mejoría en sus síntomas. Sin embargo, cinco de ellos experimentaron valores elevados de enzimas hepáticas con un intervalo de tiempo más largo. Los resultados no fueron malos y siguieron las suposiciones de los expertos, pero el tamaño de la muestra era demasiado pequeño.

Enfermedad de Parkinson

Los síntomas de la enfermedad de Parkinson aparecen lentamente. El diagnóstico suele producirse cuando la enfermedad ya ha progresado y vivir con ella limita al paciente en muchos aspectos. Pero ni siquiera la detección precoz ayudaría. Se trata de una enfermedad progresiva e incurable. En la República Checa, más de cincuenta mil personas la padecen, lo que supone unas tres veces más que las estimaciones originales. El único método que da a los pacientes una ligera esperanza es la estimulación cerebral profunda. Pero sólo el 2% de los pacientes se ha sometido a ella.

La enfermedad no deja de progresar y empeorar. Es un proceso que no se puede detener ni revertir. Se buscan remedios para aliviar los síntomas y hacer más llevadera la vida con Parkinson. El problema con los fármacos es que la mayoría tienen un tiempo de acción limitado y sólo son eficaces de tres a seis años. Después, su potencia cae en picado y la enfermedad estalla con toda su fuerza. Por tanto, los tratamientos deben cambiarse con regularidad y el organismo debe acostumbrarse a nuevas sustancias y métodos. Es comprensible, por lo tanto, que los pacientes busquen soluciones naturales para aliviar sus molestias sin sobrecargar innecesariamente el organismo.

Los tratamientos, por lo tanto, deben cambiarse con regularidad.

La enfermedad de Parkinson es incurable. Pero el ejercicio regular y el fortalecimiento de los músculos profundos es la mejor prevención posible.

La enfermedad de Parkinson presenta una miríada de síntomas. Sin embargo, un número importante de ellos pueden estar relacionados con dolencias comunes, y en la primera etapa nadie piensa en lo peor.

- Alteraciones del sueño, apatía, irritabilidad
- Dolores musculares y articulares, reducción de la coordinación de movimientos, lentitud general
- Habla silenciosa, cambios en las expresiones faciales, dificultad para tragar
- Alteraciones del olfato y del gusto, disminución de la función de los esfínteres
- Cambios en la escritura a mano y deterioro de la flexibilidad mental
- Menor amplitud de movimiento en todo el cuerpo
- Dificultad para empezar a moverse (levantarse, levantar peso, mover extremidades o dedos)
- Alteraciones termorreguladoras
- Comportamiento compulsivo
- Seborrea, fluctuaciones de la tensión arterial, disminución de la libido
- Temblores de reposo

El temblor (temblor en reposo) es típico de la enfermedad de Parkinson. Se trata de una afección en la que, por regla general, las extremidades superiores (en la fase avanzada de la enfermedad, también pueden verse afectadas las piernas) no permanecen quietas y temblan a una frecuencia de 4-5 Hz por segundo. Una vez que el paciente se centra en el movimiento dirigido, la dificultad remite.

El CBD va a por todas desde la base

El cannabidiol no trata directamente la enfermedad de Parkinson, y las investigaciones aún no han confirmado tal relación. Pero está claro que, a la vista de los resultados de muchos estudios, puede afectar positivamente no sólo a las manifestaciones de la enfermedad, sino también a los problemas asociados.

El uso de CBD puede ayudar a prevenir la enfermedad de Parkinson.

El uso de CBD puede aliviar el dolor, ayudar con el insomnio y la inflamación, estimular el apetito, reducir los calambres en las extremidades y relajar los músculos, lo que puede mejorar la marcha, aliviar la tensión de la espalda y el abdomen, prevenir problemas intestinales, restaurar la destreza de la lengua y la capacidad de controlar los músculos faciales. Sin embargo, el CBD afecta a cada persona de forma diferente y no se puede confiar en que elimine todos estos problemas y no provoque efectos secundarios.

El CBD también puede ayudar a aliviar el dolor de cabeza.

Dosis ideal de aceite de CBD

Para el uso preventivo del CBD, la dosificación es más sencilla. Es más fácil empezar con una cantidad más pequeña e ir aumentándola según sea necesario. La situación es más complicada cuando el CBD se utiliza para ayudar a aliviar enfermedades y síntomas. El cuerpo puede ser más sensible y la dosis adecuada puede ser difícil de juzgar. Es necesaria la ayuda de un médico.

El CBD no es una cura. Aunque puede afectar a algunos de los síntomas y, en última instancia, aliviar la propia enfermedad, aún no disponemos de información fundamentada sobre los efectos negativos del cannabidiol o sus efectos en el cuerpo humano con el uso a largo plazo. En una fracción de los animales probados, se ha observado irritabilidad, problemas estomacales y náuseas, reacciones alérgicas, letargo y alteraciones en la reproducción. Sin embargo, no se puede determinar si estos datos son aplicables a los seres humanos.

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